Foto de Manuel Valle
Actor, dramaturgo, director y productor. Lidera el proyecto de creación y circulación teatral Púrpura Creactivo, además de Kiosko Teatral, Salón del Libro teatral de Bogotá «Nuestros libros» y la dinámica Esto-vi.
No tengo la menor duda al proponerles estas nueve obras como las que me flecharon este año. Vi teatro bonito, bien hecho, entregado, resultado de importantes procesos y búsquedas, pero cada vez entiendo del teatro, que este tiene la capacidad de impactar en su público no porque esté solamente bien concebido y bien ejecutado, sino porque se ajusta en la percepción del público como una llave en una cerradura. Y eso en mí hicieron estas obras:
La obra que sale mal / Teatro Nacional / Dirección original de Ricardo Behrens y actual de Lucho Velasco
En 2019, La obra que sale mal recibió del público bogotano la estatuilla Un-aplauso en la Noche Esto-vi, por ser su montaje favorito del año. Pero alegremente para los espectadores de Bogotá, regresó, con casi la totalidad del elenco que cuatro años antes había dado vida a esta aventura. A finales 2022, un taxista me dijo que la mejor obra que había visto en su vida era una obra en la que todo salía mal. Yo le dije que se llamaba “La obra que sale mal”. “Si la vuelven a presentar, mi esposa y yo volvemos a verla, se la recomiendo”. Lo que más me gustó de esta conversa fue escuchar a alguien, que está lejos del que-hacer teatral, hablar con tanta pasión de teatro. La obra regresó, y allí estuve. ¡Qué obra! Su título es todo un artilugio para timar a los espectadores, porque no hay nada que a la obra le salga mal. Este montaje debería llamarse «La obra que sale perfecta». Es la historia de una obra de teatro convertida en una obra de teatro. Sincronizada, técnicamente bien realizada, precisa, con gags que sorprenden en el momento justo. Es todo un engranaje de reloj suizo ejecutado por un colectivo de artistas, que además entregan el alma a sus interpretaciones, pero cómo no hacerlo, si el texto es divertido, hilarante, un insumo delicioso para el goce. Una obra dirigida con maestría de director de orquesta. Gracias señor taxista por tremenda recomendación.
El árbol de la abundancia / Alcaldía de Bogotá / Dirección de Jimmy Rangel
A pocos días de la llegada del nuevo espectáculo navideño de la Alcaldía de Bogotá, dirigido por Mateo Rueda, y que se presiente hermoso, incluyo en esta lista —aunque esta obra se presentó a finales de 2022— el espectáculo de gran tamaño y enorme logro de la Navidad anterior. Generalmente hemos sido testigos de obras de esta magnitud realizadas por equipos extranjeros, pero que bella oportunidad que sean nuestros artistas, nuestros colegas, quienes logran concretar una obra tan ambiciosa y honesta, compleja y sencilla, poderosa y sutil. Todo un ejercicio de contraste entre detalles y espectáculo, que armonizaban amablemente con el objetivo de movilizar la sensibilidad de todo tipo de público hacia el ejecicio de la conciencia sobre la biodiversidad. Yo estaba rodeado de gente que podría ser de mi barrio, como de gente que podría ser de otros barrios más arriba o más abajo, no importaba, todos estábamos fascinados. Hermoso ver a Jenny Lara en su gran máquina o que la Plaza de Bolívar escuchara cantar a Juanita Delgado. Aplausos con ganas para Jimmy Rangel. Trabajo potente y riguroso de cada participante, de cada quien, que tenía en sus manos el llegar al corazón de más de 100.000 personas por noche.
Entre putas… una voz / Dirección de Adela Donadio y Leonardo Petro
Es una articulación de dispositivos narrativos con actrices no actrices, encantadoras. La experiencia escénica que nos presentan habla de un tema que aplaudo y es la decisión de hacer lo que a uno se le da la gana, con libertad y orgullo. No acepto para nada la trata de personas, ni la explotación infantil, pero la prostitución como profesión es tan respetable y admirable como cualquier otra labor que sea desempeñada en una sociedad. Mojigato sería cancelar el trabajo de mujeres y hombres dedicados a la oferta sexual. En esta pieza se nos permite acercarnos a matices que dan cuenta de lo complejo de la prostitución, y se nos brinda un paneo desde lo humano, lo social, lo femenino, lo político. Complacido con tan buena vibra, con el encanto y desparpajo en el escenario, actitud con que agradezco se asuma este tema, tan “clicheseado” en escena, pensando únicamente en ligueros y medias de maya.
La casa del molino / VargasTejada Teatro y Casa de Fu / Dirección de Camilo Ramírez Triana
No solo existen las variables en el tiempo vistas en Interestelar y Arrival, también existen en Casa de Fu. La persistencia de Camilo Ramírez de hablar del siglo XIX y sus protagonistas es admirable, en épocas en las que lo antiguo se mide en versiones de tecnología, que tienen como diferencia de la una a la otra, seis meses o un año, y lo queramos o no, eso se ha ido insertando en otras manifestaciones que nos convierten en una sociedad que solo vive al borde del futuro. ¿Y el pasado? Es un ejercicio que nos re-ubica, desde diferentes perspectivas y el proyecto de la Ficstoria fomentado por VargasTejada, es un aliciente. La casa del molino es un viaje a un hecho que, entre realidad y ficción —nacida de una juiciosa investigación— se convierte en teatro, en conflicto, en personajes, en diálogos, en ritmo, en acciones físicas, en un viaje en el tiempo. Historia enmarcada en la disputa de una casa entre un joven criollo (supongo) y un antiguo esclavo. Construida con cuidado y determinación. Ejecutada por Fernando Pautt y Michels Manchego, dos artistas medidos, que logran retratar a dos hombres disímiles de un tiempo que también es nuestro.
Pinsiete / Teatro Comunidad / Dirección de Esmeralda Quintana y Javier Montoya
Con más de 30 años en escena, Teatro Comunidad ha acompañado, ya, a varias generaciones de públicos que disfrutan de sus obras. Recientemente, tuve el lujo de ser parte de sus espectadores y fue una experiencia increíble. A partir del juego del Pin uno, pin dos, pin tres, etc. se construyen momentos, marcados por canciones de nuestra tradición. Es increíble, porque nunca imaginé que cantar a coro con un títere Pin Pon es un muñeco o Ping Pong es un muñeco o Pimpón es un muñeco, me impactara tanto. En Pinsiete el valor de la tradición oral es el pilar del cual nacen los diferentes momentos de esta obra diseñada para… ¿niños?… ese es mi interrogante, porque los adultos que acompañabamos a los niños cantar con Pin Pon o Ping Pong o Pimpón, o con el burro o la palenquera o los muiscas, disfrutábamos tanto del espectáculo como los pequeños. Y creo que allí está el logro de esta obra, llegar a la infancia literal y a la subjetiva que habita en el corazón de cada adulto. Destaco el trabajo de la familia de Teatro Comunidad, que en cada detalle demuestra su talento y profesionalismo, pero también su pensar progresista que los inclina a re-evaluar lo que parecía instaurado, pero que se debe cuestionar y sobre todo si se habla con los más pequeños.
Proyecto Aura. Colisiones entre memorias y olvidos / Alalba Producciones y Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo / Dirección de Natalia Orozco
Comienzo aplaudiendo el trabajo y empeño de la Red de Artes Vivas por traer una nueva versión de Pliegues y Despliegues. Un proyecto necesario para una Bogotá cada vez más plural, característica que me hace amarla más. Evento que invitó el trabajo que lidera la bailarina y gestora Natalia Orozco, quien reúne un conjunto de voces diversas en una experiencia escénica que nos invita a convivir entre pares dispares. La geografía de la obra que siempre es variable, la iluminación que por ende se hace compleja, y las individualidades exaltadas en un ejercicio soportado por esta comunidad unida para esta aventura de creación colectiva. Construida por episodios, digamos, en donde cada intérprete nos regala unas reflexiones de su vida con sinceridad, sin pretensiones, con humor, sin consensos, con códigos, sin artificios, hacen que esta pieza sea una apuesta potente y muy humana. Enamora la belleza interna y externa de cada ejecutante, de cada persona, que nos regala tanto de sí expuestos en la escena, y eso se agradece.
Pájaro’s route / Resortera / Dirección de Alexis Rojas
Es un monólogo en manos de Héctor García. Es una mezcla entre aventuras de la avenida Caracas y una roadmovie en Colorado, lograda con efectividad. Su personaje huele a rock a soul, a calle, a smog. Es una obra que habla de nuestro tiempo, de nuestra ciudad cada vez más compleja, y con más carácter, y de un ejemplo de cómo se habita en ella. A Héctor lo había visto en la tele, nunca en el teatro, y la madurez le ha llegado con gracia y poder. En la escena es seguro, meticuloso y muy creativo. Alexis es justo, equilibrado, sin dejarse llevar por la ordinaria cotidianidad que ensucia, a mí parecer, algunas puestas en escena quitándole lo poético; exalta con gusto esta historia de calles y buses, de cantante urbano que lucha diariamente no solo por dinero sino por su vida, sus frustraciones, sus fracasos y sus no valorados éxitos.
Hombres de cuidado / Objets-Fax/El Contragolpe y Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo / Dirección de Ricardo Rozo
Aunque se define como danza inmersiva, no solo es danza, es teatro físico, es performance. Es un ejercicio que pone sobre la mesa las variantes de la masculinidad vista desde lo masculino, con sus juicios y prejuicios, los de ayer y los de hoy. Lo vi en el espacio Artestudio, así que, gracias a su formato no convencional, nos invita a desplazarnos por diferentes escenarios de la sala, para atender cada una de las composiciones que Ricardo nos propone, en las cuales se dejan ver las relaciones marcadas por el estatus, ya sea social, profesional o simplemente interpersonal. Coreografías articuladas con sofisticación. Montaje y cuadros escénicos atravesados por un dedicado trabajo conceptual. Destaco las decisiones de la iluminación, lograda con creatividad. Y aplaudo la interpretación de tres jóvenes talentos con poder.
Directo Memoria / Casa Reflector / Dirección de Cristhian Ávila
Es un trayecto en donde el escenario es Bogotá, el centro de nuestra ciudad, puntos estratégicos de nuestra capital. Fue una experiencia de más de tres horas atendiendo pasajes históricos representados por un riguroso grupo de artistas. Una invasión en el espacio público, con claves justas para que los personajes aparecieran y desaparecieran de las calles, como si verdaderamente habitaran en esta ciudad, en sus edificios, en sus cafés. Un paseo con una logística detallada, que coordinaba cada detalle de esta caminata por la primera mitad del siglo XX. Trece estaciones en donde apreciamos momentos claves de la historia local con sus protagonistas. Terminamos el evento en un café que no sabía que existía, mágico, emocional, en donde se cerró este recorrido muy cachaco, muy rolo, por consiguiente: exquisito.
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Nos honra tu opinión, William. El trabajo de Kiosko teatral es referencia fundamental para el teatro bogotano.
Camilo Ramírez Triana