Tomado de lapalabra.univalle.edu.co. Fotografía por Alejandro González Puche
Por: Alejandro González Puche / Dramaturgo, director teatral y docente
Laboratorio Escénico Univalle
El estreno de una obra de dramaturgia colombiana en China es, sin duda, una significativa noticia para nuestro teatro. El hecho de que personajes, situaciones y metáforas que consideramos exclusivos de nuestra escena e idiosincrasia trasciendan en otros espacios es importante para nuestro arte. Labio de liebre de Fabio Rubiano fue estrenada por la Academia de Drama de Shanghái en temporada, entre el 22 al 27 de diciembre del 2023, en un proyecto de creación liderado por el maestro Wan Liming, director de la Facultad de Dirección, quien había colocado previamente su interés en la obra abordándola con estudiantes de primeros semestres en ejercicios de curso. Después de este primer encuentro invitó a la maestra Han Xue Song para dirigir una puesta en escena, con fondos especiales para la creación, con estudiantes de último año de la Facultad de Dirección.
El proyecto inició en el 2015 gracias al volumen Dramaturgia contemporánea iberoamericana, traducción al chino de la maestra Ma Zhenghong, del Departamento de Artes Escénicas de Univalle, de cinco obras de dramaturgia iberoamericana, que permitió dar a conocer a importantes dramaturgos hispanoamericanos como el chileno Gustavo Meza, la mexicana Sabina Berman, y por España, Rodolf Sirera y Juan Mayorga. Curiosamente, la edición de Labio de liebre fue publicada primero en chino que en español, y en el mismo año de su estreno en Colombia.
Estéticamente, la puesta en escena shanghainesa no tiene nada que ver con la dirigida por el dramaturgo, en coproducción del Teatro Petra con el Teatro Colón. Los directores eligieron una sala pequeña y lograron una afortunada solución escénica, donde la escenografía fue dividida en dos grandes espacios, con un corredor comunicante que involucraba a los espectadores sentados en cajones de madera, quienes paulatinamente comprendían que estaban sentados sobre algo así como tumbas, participando de la trama como otras víctimas silentes que acuden al reconocimiento de Salvo Castelo, el paramilitar responsable de la desaparición de Granado de Sosa, el protagonista, y su familia.
El programa de mano del espectáculo señala: “Labio de Liebre es un drama colombiano contemporáneo; una película sobre la guerra y el caos, basada en hechos reales ocurridos en Colombia. Un drama de Realismo Mágico que utiliza metáforas, símbolos, la complejidad y la incertidumbre del lenguaje dramático. La obra, como un torrente de la historia, invita a repensar las relaciones entre la sociedad y la guerra, un fenómeno que vincula a los individuos y los países”.
Las intenciones expresadas en el programa de mano de manera clara, tenían que pasar la prueba de la puesta en escena y su percepción por parte de los espectadores. Pese a la diversidad de contextos, la obra en sí misma cuenta con una atractiva estética contemporánea, expresada en una variedad de situaciones simultáneas, ausencia de linealidad dramática, pesadillas, y con la presencia de personajes humanos y animales, víctimas por igual de la guerra. En ese sentido, los espectadores que practican el budismo en China valoraron positivamente el sentido de reconocer a los animales como víctimas olvidadas de la guerra.
Resultan reveladoras las notas publicadas por los espectadores, que llenaron la sala durante las cinco representaciones y se manifestaron en redes sociales conmovidos por la trama, la agilidad rítmica, el simbolismo y las metáforas “que torturan el alma de las personas”. Los espectadores plantean interesantes y sorprendentes valoraciones relacionadas con la sociedad china actual, expresadas en interrogantes como: ¿qué es la justicia? ¿Qué es la amabilidad? ¿Hay un asesinato correcto? ¿Bajo la bandera de la necesidad histórica se puede ocultar la naturaleza cruel? ¿Cómo pueden los débiles sobrevivir en la tormenta de la sociedad, frente a la organización legítima y el poder?
Los espectadores reconocen que el final del espectáculo arroja una luz sobre estas preguntas provenientes del arrepentimiento y la tolerancia, perdonando a todos los culpables, incluso al asesino o al padre bestial. La petición de Salvo, el culpable de los hechos atroces (“¡Por favor, ponte en mis zapatos!”), fue considerada como como triste y sincera.
Otra espectadora publicó: “Mientras la familia de la liebre repite incansablemente sus nombres, Salvo es torturado por esos recuerdos de masacre, que le obligan a recordar a sus víctimas, y al final, pide perdón. Por eso me pregunto: ¿en este mundo cuántas victimas han podido solicitar el recuerdo de sus nombres a los verdugos? Y ¿cuántos verdugos antes de la masacre han sabido los nombres de esas víctimas? O algunos como Salvo aparentan olvidar sus nombres, pero al fin todos tenemos que recordarlos”.
La reflexión sobre el reconocimiento de las víctimas y el perdón a los victimarios para una posible reconciliación de la sociedad, expresada en la obra de Fabio Rubiano, cruza los continentes y es comprendida por espectadores con problemas históricos completamente diferentes, pero donde esos complejos asuntos tienen referentes propios.
Para la exitosa puesta en escena cuentan otros factores, como que el maestro Wan Liming visitó Cali en dos ocasiones; la primera para el Foro de la ATEC (Asian Theater Education Center) organizado por Univalle en el 2015, y después con el espectáculo El Huérfano Chino, una versión de Romeo y Julieta en el 2017; trasegó por nuestra universidad, dictó talleres a nuestros jóvenes y se impresionó con la exuberancia del Valle. Cuando decidió apostar por el proyecto, organizó un taller previo con los profesores Ma Zhenghong y Alejandro González, quienes trabajamos durante más de una semana con el grupo creador, analizando escenas y contextualizando la creación.
Las relaciones entre la escena china y el teatro colombiano iniciaron con el Teatro Libre de Bogotá, en 1983, cuando realizó una gira con el espectáculo Crescencio Salcedo por varias ciudades de la República Popular. En relación con el teatro hispanoamericano, en el 2008, realizamos en Beijing las puestas en escena de Moliere de la mexicana Sabina Berman, dirigida por Ma Zhenghong, y Pedro de Urdemalas de Cervantes, por mí. El Laboratorio Escénico Univalle realizó, posteriormente, giras con La égloga de Plácida y Vitoriano de Juan del Encina, en el 2013, y Coloquio de los perros de Cervantes, en el 2017. Esta es la primera vez que se realiza la puesta en escena de un dramaturgo colombiano por parte de un colectivo chino que coincidió con el final del año de la liebre.
Las relaciones entre la Academia de Teatro de Shanghái y el Departamento de Artes Escénicas han sido constantes, con la visita de docentes y espectáculos a Cali, y la presencia de estudiantes de pregrado de Univalle en talleres de verano y conferencias en Shanghái.