En Al-Andalus, durante el período de guerras civiles del siglo XI que culminó en los distintos reinos taifas, se instala el fundamentalismo religioso por el advenimiento de la dinastía almorávide Abu. En esta época se enmarca la obra Palmeral, que narra la historia de Hâssan y Tahir, y como pierden la vida al ser degollados públicamente. La pieza discurre en los pocos minutos entre estas dos ejecuciones. Un calidoscópico “rashomon” de siete voces contará esta historia con el fin de reconciliarse con el dolor que ha provocado, de comprender y de poner luz. Los vivos hablaran entre los muertos, y de este modo se escuchará la visión de Abû Hassan, de su mujer Leila, del verdugo Abdelhadi, de Khalid el discípulo que termina huyendo hacia el nuevo mundo, de su hermana Aisha, del soldado Tahir, hasta asistir al cuadro completo, relatado por una alondra que sobrevolaba la escena en el momento de la ejecución.
El montaje es acerca de la dificultad de cicatrizar las heridas a nivel espiritual, social, político e histórico. También es un canto contra los fundamentalismos de toda clase, en favor del mestizaje cultural y de las visiones adogmáticas para contemplar esas heridas. Aparentemente, se trata de una obra histórica, situada en la península ibérica, sin embargo, precisamente por esta lejanía aparente, su mensaje espera poder ser aplicado a nuestro contexto, un país como Colombia, análogo en su eterna guerra intestina, rico en inmigraciones árabes, sirias, españolas, africanas y del resto de América Latina, quizás encuentre en este mundo oriental y literario un modo de mirarse al espejo sin caer en un lenguaje sangrante y directo al que lamentablemente quizás nos hayamos acostumbrado.
*La obra puede ser vista de manera presencial o virtual
Proyecto de: La maldita vanidad
Dramaturgia: Albert Tola
Dirección: Jorge Hugo Marín
Elenco: Ella Margarita Becerra, Saeed Pezeshki y Santiago Lozano
Fotografía: Nicolás Williamson