La obra empieza con un detalle importante, no se pone con trucos: Wenses y Lala están muertos y esa condición les permite hablarle al público con una franqueza “lapidaria”. Sentados en una banca, con una vestimenta elegante, pero sencilla, recorren su pasado. Lala es extrovertida, conversadora y alegre, mientras a Wenses le cuesta hablar con los demás y es un poco gruñón. Sin embargo, no se trata de una obra dulzona o inocente; el dramaturgo construyó algo realista que sin ningún pudor habla de la miseria y la violencia.
Proyecto de: La tropa
Dramaturgia: Adrián Vásquez
Dirección: Adrián Vásquez
Elenco: Robinson Díaz y Adriana Arango