La obra transita un registro de humor en la que un padre de familia, decepcionado por el vacío existencial que le ha dejado su última compra en un supermercado, decide salir junto a su familia a cenar a un local de comida rápida, no sin antes castigar a su mujer e hijo para calmar su propia frustración. Es allí, y a partir de las condiciones sanitarias y laborales del restaurante, cuando decide explicar de manera poco ortodoxa a su hijo cómo es que funciona el mundo en materia económica y política, construyendo una alegoría bizarra de nuestra sociedad.