Investigadora teatral
Autora de: Representaciones contemporáneas de violencia, muerte y dignidad en el teatro colombiano, Premio de investigación teatral 2011.
Actualmente trabaja en la gerencia de Arte dramático del IDARTES, por lo consiguiente aclara: «Mis opiniones no representan el lugar en donde trabajo»
El 2013, un año lleno de reinvenciones para el teatro Bogotano, de nuevas apuestas y nuevos riesgos. Desde todas las orillas del Arte dramático se estan cocinando grandes proyectos, y encontrarse con eso ha sido un regalo maravilloso. Gracias!!!!
Lo que vi en 2013
1. Oráculos – Teatro de los sentidos
Donde el “teatro” se transformó en un viaje al interior de uno mismo y reveló hasta con los más hermosos detalles: la alegría de retornar al origen. Donde los “habitantes” (actores) prestaron su piel para hacer sentir al otro la inquietud, la belleza y el vertigo de la vida.
2. N.N – Liliana Montaña
Siempre me ha impresionado su honestidad en el escenario, la seda y el acero de su voz. Sin caer en el lugar común; Liliana lográ un performance confrontativo, certero en forma de camino. Lililiana hace memoria, y lo mejor: ella sabe reirse del performance.
3. Apesta – Exilia2 Teatro
La vi por tercera vez y en todas logró conmoverme. Apesta te atrapa de principio a fin por cuatro razones: unas actuaciones extraordinarias, un espacio envolvente, una dramaturgia precisa y arriesgada y el tema del desarraigo: tan vigente pero a la vez tan antiguo. Imposible no verla.
4. Máxima seguridad – Teatro libre
Aquí comprobamos que eso de la “técnica” si sirve, y ¡mucho! cuando es una fantástica mezcla entre verosimilitud, trabajo y una puesta en escena limpia. La señora Piedad Bonnet debío estar muy satisfecha y feliz de las manos en las cuales dejó su crudo pero tan necesario texto.
5. El fatalista y su patrón – Quinta Picota
Hay obras que cuando terminan uno no lo piensa mucho en pararse a aplaudir inmediatamente la oscuridad consume el escenario. Ésta es una de ellas. Desbordada en virtudes, sin embargo la más destacada de ellas: la actuación del fatalista. Simplemente i m p r e s i o n a n t e.
6. Matando el tiempo – La maldita Vanidad
Cuando un direct@r lo acostumbra a uno a ver creaciones maravillosas ya uno no espera menos, entonces creo que la obra llega a un punto en el que uno ingenuamente se va acomodando y dice “aquí fue” y minutos después: ¡se acaba!, ¿Qué pasó? Lindo espacio, lind@s todos, pero ¿de aquello?
7. El gran día – Santa Galatea Project
Hay tantas cosas tan innecesarias en esta obra: groserías, impostaciones malogradas, una especie de frutiño insinuando ser sangre, diálogos inocuos, hay hasta un pollo que parece haberse escapado de otra obra. Bueno, cuando entra Diana Belmonte uno dice: Aleluya! pero luego ¡se va!
8. Naranja azul – R 101
¡Que fuerte esta obra! Me encantó la limpieza del espacio y la atmosfera de tensión en él. Tres hombres capaces con sus miradas, gestos y silencios de sumergirlo a uno en un drama humano que supera las convensionalidades. Un texto rico en matices y unas actuaciones intimidantes.
9. El vientre de la ballena – Teatro Petra
Salí un poco disgustada con el director y luego de conectar cosas, discernir y encontrar, sólo me restó afirmar la genialidad de éste que con su sarcasmo, acidez y contundencia siempre ha hecho lo que se le ha dado la gana en el escenario y nada mejor que ese tipo de artistas, esos que no temen.
10. Mi vida es una ilusión – Aggarrapattta títeres y payasos
Nadie como Aggarrapattta para contar con detalles de luz, colores, telas, y sonidos, de la forma más ensoñadora, toda la cosmovisión y la metafísica de un títere. Ahora si puedo decir que se algo sobre su alma de muñeco.
Respetuosamente le digo que soy asidua al teatro y su critica del gran dia me parece pobre. Es usted muy amiga de diana belmonte? No entendió la obra? Le tocó una mala función?
La criitica puede ser constructiva e interesante, suerte en el ejercicio de aprender.