Esta obra es un recorrido por las costumbres de las orillas del río Magdalena, donde podemos ver la integración entre el río y su gente, donde las mujeres le piden permiso a esa gran inmensidad del agua, para refrescar su cuerpo y limpiar su ropa.
Parrandas que entre ritmo y bamboleo de cadera, se encuentran dos jóvenes hijos de muchas tierras, pero sin raíces porque los arrancaron de ellas. Así es la historia de María Candela, la niña que fue engendrada en un momento de amor o de desamor, pero que fue educada por su mamá en el respeto y protección de su cuerpo, y como toda historia encontró a un joven tamborero, también desplazado y con esta hermosa niña aprendió el sentido de responsabilidad consigo misma.