Obra inspirada en dos comedias de Aristófanes: Lisístrata y Asamblea de mujeres. No son versiones, no son adaptaciones, es una invención teatral que trabaja sobre los efectos y las sensaciones que las obras de origen causaron en las actrices y en el director. Leyendo al clásico griego parecía que ironizaba aspectos de la sociedad que siguen siendo pertinentes en pleno siglo XXI.
Las dos temáticas, oponen la actitud femenina contra la guerra masculina y el patriarcado, más o menos semejante en la antigüedad y en la época actual. La huelga de piernas y algunas reformas sustanciales de la sociedad, fueron integradas a la utopía de un grupo de mujeres que se rebelan contra el orden establecido, se toman la asamblea de los hombres y declaran modificaciones radicales, imaginando un mundo donde nadie tiene más de lo que necesita, no hay hambrientos ni desamparados, los hijos e hijas son responsabilidades de toda la comunidad y el amor y los deleites del espíritu deben ser democráticos, libres de ataduras.
Explorando situaciones y personajes, experimentando con objetos y buscando símbolos de raíz popular la agrupación llega a una circunstancia donde fusionan los hallazgos actorales, la simbología de los elementos y la música guas carrilera, para producir una experiencia dramática con humor y sabor popular. Los deseos de Lisístrata divierte, sorprende y deja la grata sensación de que las brujas existen y andan montadas en escobas de esparto.
Proyecto de: Teatro Tierra
Dirección: Juan Carlos Moyano
Dramaturgia: Juan Carlos Moyano, inspirado en Lisístrata y Asamblea de Mujeres de Aristófanes
Elenco: Marcela Quintero, Magda González, Rosio González y Alba Villamil
Fotografía: Carlos Mario Lema