Grandes e importantes producciones teatrales han pasado por las salas de teatro bogotano. Año tras año, se ha ido forjando el histórico teatral de la ciudad, con grandes exponentes que dejaron y siguen dejando su sensibilidad particular del teatro en la línea del tiempo, línea que entrelaza, actores, directores, dramaturgos y público. Historias o no historias contadas sobre el escenario, que gracias al interés de sus protagonistas o de entidades con el compromiso y deber de salvaguardar nuestra historia del teatro, se han puesto en la tarea de hacer memoria.
La colección Grandes creadores del teatro colombiano y Pensar el teatro del Ministerio de Cultura, la colección Arte & Memoria del Idartes, la tarea incansable y comprometida de Marina Lamus, los libros Luchando contra el olvido I y II y algunas publicaciones de Tragaluz editores, entre otros ejemplos, son ese mirar al arte más efímero de todos, el teatro y en este caso el nuestro. Conservar sus dramaturgias, revisar sus contenidos, analizar sus influencias, celebrar a sus artistas, es una tarea que vale la pena seguir cultivando, para que transiciones tan importantes como las que vive hoy el teatro bogotano, gracias a nuevos y firmes autores dramáticos, propuestas sólidas y nuevas y nuevos artistas, logren verdaderamente afianzar una época que les corresponde, sin olvidarse de quienes han abonado el terreno por el cual hoy caminamos.
Kiosko Teatral se siente comprometido con ello y también ha decidido hacer memoria, abriendo un espacio para las fotografías de los montajes de grupos o compañías de Bogotá, con espectáculos que han construido la historia del teatro de nuestra ciudad.
Iniciamos este recorrido en el tiempo lejano y reciente con la obra del grupo La Candelaria, estrenada en 1975: Guadalupe años sin cuenta.