Camilo Sebastián Velásquez: Esto-vi en 2015

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Estudiante de actuación de la Universidad Central – Teatro Libre

Actor… en proceso de concientización.

NOTA

Hice esta lista porque me llamó la atención el ejercicio de recordar cómo me amaron, en lo que dura un sueño, un grupo de desconocidos. No es fácil escribir sobre estas experiencias siendo un párvulo en el gremio y menos fácil compartirlo. Los invito a que lean esto como se lee a un niño que sueña con ser grande.

1. Corruptour ¡País de mierda! Caso Jaime Garzón: La Barracuda Carmela y Resortera / Dirección: Felipe Vergara y Verónica Ochoa

En mi vida había montado en una chiva que me hiciera sentir tan colombiano. Creo que nunca antes ha existido un grupo que hiciera de Bogotá un escenario y lo lograra tan bien. En esta propuesta es difícil identificar qué transeúnte es personajes o no, cuál hace parte de la ficción y cuál no. Uno mismo se lo cuestiona: ¿soy espectador o soy parte de la obra? ¿Estoy en medio de una batalla sangrienta armado con un hacha o tan solo es una guerra de almohadas? Y en medio de ese cuestionamiento sobre la realidad y la ficción, aparece un discurso sustentado y potenciado en el caso Garzón, donde diversos personajes presentan a Colombia con toda su porquería, su calidez, su tristeza y alegría, su resignación e indignación. Me bajé de la chiva al frente del Garzón de la 26. Me bajé llorando semillas, sintiéndome lamentablemente colombiano. Colombia es eso: un prolongado llanto de semillas donde la risa nos encuentra o nos escapa de la realidad. Y así lo presenta El Corruptour. Ojalá tenga otra temporada.

2. Sonrisa de piraña: Púrpura Creativo / Dramaturgia y dirección: William Guevara

Su convención me hizo pensar en la falsedad y el anacronismo, pero eso no me incomodó. Generalmente la falsedad tiene una connotación negativa porque incomoda y es fastidiosa, pero cuando deja de hacerlo y se convierte en un impulsador dramático, entonces me roba una sonrisa de adentro. En este trabajo la situación escénica se presentó desnuda haciendo evidente las acotaciones y, partiendo de esta propuesta, me llevó a la reflexión sobre la necesidad de la falsedad en nuestras vidas, tanto cómodas como incómodas; la mujer de tupidos vellos en el pecho que constantemente busca falsear su belleza, el médico que cura toda enfermedad y/o fealdad con un jeringazo en el pecho o la espalda, el secuestro de una gente en su propia casa, la profunda tristeza que se toma el poder… ¿Es falsa la sonrisa de una piraña? ¿En realidad está sonriendo o amenaza con el filo de sus dientes? Me gustó mucho este montaje porque lo falso se convierte en una analogía, una metáfora de la realidad, y me obligó a preguntar sobre lo veraz y la función que le damos en nuestras vidas.

3. Del desierto: Cicuta teatro / Dramaturgia y dirección: César David Salazar

Éste es de esos monólogos por los que uno entra como con desconfianza por pagar tan poco para verlo y sale queriendo pagar más. Un viejo boxeador costeño muestra cómo se convirtió en un hombre que pelea con el mar para que se lo lleve en su vasto rin azulado, después de pasarse de naufragio en naufragio por el desierto de su vida. Me encantó porque el actor que encarna al personaje, viaja en el tiempo mostrando tres personajes que son el mismo en diferentes edades, con distintas voces y distintos cuerpos, alternándolos vertiginosamente a medida que avanza el monólogo. Clase de actuación y dramaturgia por solo 10.000 pesitos. Dado mi magro presupuesto de estudiante no pude agregarle sino una ñapita de grato silencio al final de la obra.

4. Grises: La casa del silencio y La tribu teatro / Dirección: Juan Carlos Agudelo

Este montaje me empezó a gustar a medida que pasaron los días. Me costó adentrarme en la convención de su estilo gestual, exagerado. Tras un par de días, fueron apareciendo reminiscencias de sus imágenes y atmósferas sonoras. Bello trabajo que se pregunta casi infantilmente sobre el transcurrir del tiempo, el dolor y los vacíos que se sienten al estar acompañado con la soledad y con una compañía casi ausente.

5. Robledo, el usurpador. Autoficciones: Cicuta Teatro / Dramaturgia y dirección: César David Salazar

Es sumamente agradable encontrarse con montajes sinceros y éste es de los más sinceros que he visto. Sin que por ello se desbordase la rabia, la envidia y el sinsabor que la produjo, “Robledo, el usurpador. Autoficciones” reflexiona desde el punqueto que habita al actor –o, por qué no, que nos habita a cada espectador- en torno a la ciudad que habita, Pereira –o, por qué no, Bogotá, Medellín, Cali- sin dejar un ápice de lo políticamente correcto en el escenario. Maravilloso encontrarse con un grupo que, sin grandes pretensiones de artistas, cumplen lo que entiendo por la función del arte; dar una sutil bofetada al que se sienta a verlo para que reflexione sobre su realidad política, social e individual.

6. Las brujas de Salem: Sexto semestre de la carrera de arte dramático, 2015-I, U. Central.

Aclaro, no es rosca. Me gustó mucho este montaje porque logra atmósferas que envuelven la sala en un silencio reflexivo. Las actuaciones me parecieron bien logradas, a excepción de un personaje que se queda un poco en el molde del lugar común. Felicité y sigo felicitando a mis compañeros por tan bello trabajo.

7. En el corazón del área: Creación e interpretación: Hernando Parra

Proyecto de la maestría de Artes Vivas. Siempre me ha gustado el fútbol y, por mucho que lo intente, se me hace imposible arrancarlo de mis vísceras. Me gustó mucho este trabajo porque plantea una pregunta sobre el impacto y la función del fútbol en el individuo como en la sociedad. Fuera de eso lo compara –dolorosamente para mí- con el impacto y la función del arte.

8. El ángel de la culpa: Ditirambo Teatro / Director: Rodrigo Rodríguez

Recuerdo una oscuridad atractiva que, sumada a la magistral actuación de Rodrigo Rodríguez, me hizo caer bajo un encantamiento. Esta obra se presenta con una atmósfera de thriller policiaco, como sacada de una habitación en la décima con trece en medio de una noche bogotana más oscura de lo normal. Me pareció interesante la dinámica entre un personaje que habla el 98% de la obra y otro que logra expresarse solo por medio del silencio. Lo único que me distanció de su sinceridad, aterrizándome en una sala de teatro, fue el muñeco que representaba al muerto.

9. Las picardías de Scapin: Teatro Libre / Director: Diego Barragán

Generalmente no me gusta la comedia clásica porque sus recursos me parecen comunes y poco sutiles, pero este montaje logró un ritmo muy atractivo. A pesar de que uno puede vislumbrar lo que viene y la situación se vuelve predecible, los actores lograron contagiarme de su viveza y completa estupidez llenándome el pecho de una alegría tan fresca y ligera, que se me hizo inevitable salir del teatro con una sonrisa bobalicona. Amé la escena en que Scapin le casca al noble, haciéndose pasar por un grupo de piratas. Gran trabajo de Jeyner Gómez.

10. Labio de liebre: Teatro Petra / Dramaturgia y dirección: Fabio Rubiano

Es una maravilla salir de un teatro revolcadas las vísceras con la razón, salir con la necesidad de caminar, sólo caminar en silencio, porque cualquier otra cosa incomoda. La vi a mitad de año y por eso recuerdo con mejor detalle la música, que no la letra: recuerdo poesía justa en la transformación del espacio, una hojarasca que inunda el escenario y la selva que lo va rodeando. Recuerdo un dolor profundo y dolorosamente colombiano debajo de filudas sonrisas, provocadas con mucha agudeza. Recuerdo al ‘malo’ del cuento con miedos y causas tan humanas que hasta me provocó abrazarlo cuando gritó “PERDÓN”. Me da la impresión que a partir de esta obra se consolidó en mí la afirmación de que en Colombia todos somos víctimas y victimarios a la vez, y que hablar de guerra es demasiado fácil y pensar en la paz, demasiado complicado, pero que es necesario hacerlo y no olvidarlo nunca. Rubiano y Petra deben estar cansados de recibir elogios, así pues les ahorro los míos y dejo la promesa de trabajar lo necesario para alcanzar a llevar a la escena algo de la calidad y el compromiso social que llevaron como el grupo de artistas serios que son.

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