En la obra, Santiago García emplea el carnaval como una poderosa metáfora para abordar la rebelión, la marginalidad y la decadencia. La obra sugiere que las ideas y la razón son indestructibles, y que el carnaval, con su carácter subversivo, actúa como un exorcismo que se burla de la muerte, ofreciendo una reflexión profundamente existencial. Al invertir los valores tradicionales, no solo cuestiona las normas establecidas, sino que también transforma el carnaval en un espacio de resistencia y renacimiento.
La estructura narrativa, inspirada en el auto sacramental, rompe con el ciclo cristiano convencional de nacimiento, muerte y resurrección, reemplazándolo por una secuencia de muerte, resurrección y nacimiento. Este giro enfatiza la resistencia y la lucha incesante por la justicia y la libertad, incluso en contextos de opresión y violencia.
Más que un simple recurso simbólico, el carnaval enriquece la obra al subvertir los valores establecidos y resaltar el poder del arte como vehículo de transformación social. Además, la influencia brechtiana y el uso de música popular refuerzan el vínculo con el público, empleando elementos contemporáneos para transmitir un mensaje de resistencia y esperanza con un impacto directo y emotivo.
Proyecto de: La Guacherna Teatro
Dirección: Ignacio Rodríguez
Dramaturgia: Santiago García
Elenco: Luisa Fernanda Riaño, Deviram Dasa Acosta, Jhon Alexander Garzón, Laura Sofía López, Camilo Andrés Jiménez, Andrés David Bonilla, Andrés Felipe Beltrán, María Fernanda Mena, Manuela Buesaquillo, Sara Alejandra Acosta, Sergio Esteban Ramírez, Allyson Daniela Ramírez, Marcos David Quintero, Cristian Andrés Molina, Miguel Sánchez